El proceso de curtido tradicional argentino
La tradición del curtido de cuero en Argentina se remonta a la época colonial, cuando los gauchos desarrollaron técnicas para transformar las pieles del ganado en materiales resistentes y versátiles. Estas técnicas, transmitidas de generación en generación, son parte fundamental del patrimonio cultural argentino y constituyen la base de nuestra producción en Cuero Noble.
Del campo a la curtiduría
El proceso comienza con la cuidadosa selección de pieles. En Argentina, el ganado criado en las pampas, alimentado con pastos naturales, produce cueros de características excepcionales: mayor grosor, resistencia y flexibilidad. Una vez seleccionadas, las pieles pasan por un proceso de conservación inicial que incluye el salado para evitar su deterioro durante el transporte a las curtidurías.
Al llegar a la curtiduría, las pieles se someten a un remojo prolongado para eliminar la sal, la suciedad y las proteínas solubles. Este paso es crucial para preparar el cuero para el proceso de curtido propiamente dicho. Tradicionalmente, se utilizaban tanques de madera para este procedimiento, aunque hoy en día empleamos equipos modernos que garantizan la uniformidad del resultado sin sacrificar la calidad artesanal.
El apelambrado y el descarnado
El siguiente paso es el apelambrado, que consiste en sumergir las pieles en una solución alcalina para eliminar el pelo y abrir las fibras. En los métodos tradicionales argentinos, se utilizan preparados naturales de cal y cenizas, lo que diferencia nuestro proceso de los métodos industriales que emplean productos químicos agresivos.
Una vez concluido el apelambrado, se procede al descarnado, donde se eliminan manualmente los restos de carne y grasa adheridos a la piel. Este trabajo meticuloso requiere gran destreza y conocimiento, ya que se debe evitar dañar la flor del cuero (la parte externa) mientras se limpia a fondo la parte interna.
Curtido vegetal: la joya de la tradición argentina
El proceso de curtido vegetal, emblema de la tradición argentina, utiliza taninos extraídos de árboles nativos como el quebracho. Esta técnica, aunque más lenta que el curtido al cromo utilizado en la producción industrial masiva, ofrece un resultado incomparable en cuanto a calidad, belleza y sostenibilidad.
Las pieles se sumergen en piletas con concentraciones crecientes de taninos durante varias semanas. Durante este tiempo, los taninos penetran gradualmente en todas las fibras, transformando la piel putrescible en un material estable y duradero. Este proceso lento es esencial para conseguir un cuero que, con el paso del tiempo, desarrollará una pátina única y personal, característica que distingue a los productos de Cuero Noble.
Acabado y legado
Después del curtido, el cuero pasa por procesos de engrase, secado y acabado que determinarán sus características finales. Nuestra atención al detalle en estas etapas garantiza que cada pieza de cuero conserve su belleza natural mientras adquiere las propiedades específicas necesarias para su uso final.
En Cuero Noble, nos enorgullece mantener vivas estas técnicas artesanales en un mundo dominado por la producción industrial. Cada uno de nuestros productos no solo es un objeto funcional, sino también un testimonio de la rica herencia cultural argentina y de nuestro compromiso con la excelencia artesanal.